LA IGLESIA PARROQUIAL ANTES DE 1936. INTERIOR

La foto se hizo en la década de 1920 o a comienzos de la década de 1930; en cualquier caso, antes de la Guerra Civil. En ella observamos diferentes elementos que han desaparecido.

1. Las enormes colgaduras o dosel que se situaba sobre el arco que separaba la nave principal del presbiterio.

2. El retablo barroco del altar mayor que ocupaba toda la pared del ábside desde abajo a arriba y en cuyo centro se situaba una imagen de Santa María Magdalena. Don Santiago, cuando colocó el retablo actual en la década de los noventa, se fijó en los detalles de esta foto y situó también sobre el actual retablo churrigueresco de los Reyes Magos (que llegó de la iglesia del despoblado de Caudilla), una imagen de la santa en el centro.

 3 Dos retablos churriguerescos en las paredes de las dos naves laterales de gran vistosidad y un confesionario en la pared derecha junto a la puerta de la sacristía.

4. Un amplio altar preconciliar y el Nazareno Barroco.

5. Sobre la cúpula de la nave central se encuentra suspendido un gigantesco incensario, similar al botafumeiro de la catedral de Santiago de Compostela, que se balanceaba desde abajo con una cuerda que también se ve en la foto.

6. La ausencia de bancos ya que los primeros bancos fueron instalados a comienzos de los años sesenta por don Francisco. Estos bancos se encuentran en la actualidad repartidos entre la ermita de Las Navillas y la ermita de la Virgen de la Salud. En aquellos momentos, el género femenino usaba los reclinatorios de bonitas formas que se ven en las fotos para sentarse o arrodillarse en función del momento de la celebración. Y antes de los reclinatorios se usaron los “redores” que eran esteras de esparto circular con asas que las vecinas llevaban para arrodillarse sobre las frías losas y que el vecino Blas Castilla fabricaba y vendía a finales del siglo XIX en su casa de la calle de los Mártires.

7. De todo el mobiliario, lo único que ha sobrevivido son los dos bancos de madera que se ven en la foto y que en la actualidad se encuentran junto a los muros laterales de la zona del transepto.

8. El pulpito de hierro forjado que es igual que el actual debido a que don Santiago supo imitarlo cuando quitó el púlpito de obra que existió hasta la década de los noventa.

8. Las columnas tienen un aspecto raro porque solo los pedestales tienen la textura de la piedra. El resto de la columna es liso porque están pintado. En la década de 1920 El cura Juan Asperilla tuvo la ocurrencia de pintar toda la iglesia de un azul picante cubriendo paredes, columnas, arcos, nervios y rosetones. La pintura se eliminó al hacer la obra de restauración del año 1958, descubriéndose en varios sitios, pinturas anteriores a los retablos, que simulaban pabellones, doseles y cortinajes del siglo XVI o XVII. Como no estaban completas y ofrecían poco interés artístico, se decidió eliminarlas. Parece que la finalidad de don Juan era disimular la mala impresión que ofrecía la iglesia, llena de agujeros en donde anidaban las palomas, por la descomposición de la piedra granítica. Esta obra de brocha gorda la llevó a cabo personalmente el coadjutor don Clemente Pedraza Pérez, quien, valiéndose de un castillete colgado del techo, causó admiración entre sus convecinos por su pericia y valentía.

Entradas populares