EL ROBLEDO DE MONTALBÁN, PROTAGONISTA PRINCIPAL DE LA HISTORIA DE MENASALBAS
¿Qué es el Robledo de Montalbán? Para muchos seguramente se trata solo de una finca vallada al sur del término de Menasalbas, a otros ni les suena el nombre y solo los más ancianos recuerdan que la finca fue protagonista principal de la vida cotidiana de los vecinos a lo largo de toda su historia. El Robledo fue el lugar de provisión de leñas, de maderas, de carbón y de pastos para el ganado de los menasalbeños y pieza fundamental de la economía local, hasta el punto de que no se entendería la villa sin la finca. Todavía hoy podemos observar en las casas viejas los gruesas vigas de roble del Robledo que forman parte de sus techumbres.
¿Fue alguna vez el Robledo propiedad de Menasalbas? Desde la fundación del lugar, los vecinos usaron la finca sin que quedara clara su propiedad. Esta pasó a pertenecer a los bienes del señorío de Montalbán a raíz de que se creará el señorío y fuera entregado a don Álvaro de Luna en el siglo XV. En este mismo siglo, en los tiempos del rey Enrique IV, el mayorazgo paso a manos del intrigante y todopoderoso Juan de Pacheco y los conflictos y los pleitos por el aprovechamiento de sus recursos no dejaron de producirse entre los Pacheco y los vecinos, hasta que finamente la chancillería de Valladolid otorgó a Alonso Téllez Girón, descendiente de Juan de Pacheco, la propiedad en firme en 1571. Desde entonces los duques conservaron la propiedad, mientras que los aprovechamientos de la finca, en forma de servidumbre (pastos, leñas y maderas), correspondieron a los vecinos de los pueblos de El Carpio de Tajo, La Puebla de Montalbán y Menasalbas, que formaban parte de las tierras del señorío. Aun así, los conflictos y los pleitos continuaron entre sus propietarios y los vecinos de las villas mancomunadas (unas veces con razón y otras, sin ella) a lo largo de toda la Edad Moderna.
¿Pero cuándo se perdieron esas servidumbres que se tenían en el Robledo? En el siglo XIX los gobiernos liberales de España pusieron en marcha leyes desamortizadoras que obligaron a los ayuntamientos a desprenderse de sus bienes comunales y de propios para que pasaran a manos privadas. De este modo el municipio perdió no solo el Robledo, sino también cientos de hectáreas en las rañas, que eran bienes de propios, y la dehesa boyal de los Carrascos, que era un bien comunal. Con respecto al Robledo, dos descendientes de aquellos Pacheco, las hermanas Encarnación y Amalia Pacheco, llevaban mucho tiempo intentando hacerse con las servidumbres del Robledo, pero la decidida defensa de los diferentes ayuntamientos de Menasalbas se lo había impedido; no obstante, en 1916 vendieron la finca al primer ministro del gobierno de España de aquel momento, el Conde de Romanones, y entonces todo fue fácil. Este rápidamente consiguió la redención de las servidumbres pagando por ellas un total de 233.145, 90 pesetas que metió en deuda pública, en forma de láminas del estado, de modo que el pueblo jamás vio aquel dinero, sino la parte proporcional de los intereses que generaban, que eran pocos.
Aquello fue una tragedia sin precedentes para todo el vecindario y, aunque el pueblo intentó rescatar la parte proporcional que le correspondía de ese dinero, jamás lo consiguió. En la actualidad la finca pertenece a los descendientes de Romanones; en concreto, a los hijos de Francisco de Asís Tur de Montis y Figueroa, descendiente directo de Ramanones y conde de Yebes, que falleció el día 7 de agosto de 2019, a los 60 años, cuando paseaba con el caballo por la finca.
